ESPERANDO LA CARROZA es una adaptación que Alejandro Doria realizó de ese texto tan perverso, tan divertido y sabroso que Jacobo Langsner creó como un ejercicio grotesco acerca de la falsa piedad y el feroz juego de intereses y simulaciones dentro de una familia de clase media, compuesta por una abuela esclerótica –Mamá Cora- y sus cuatro hijos. La convivencia es difícil, ya que la anciana vive con uno de ellos, y deseando ser útil complica todo con su torpeza. La situación explota un domingo ante el reclamo del hijo y su esposa que viven con Mamá Cora, para que sus hermanos se hagan cargo de la misma. El film delata hasta qué punto las conductas pueden ser engañosas y capaces de trampear en la base misma de los afectos y el apego filial. Se revelan así, en toda su magnitud, los rasgos de la hipocresía y la mezquindad, mientras se permite al espectador reconocerse en tantos perfiles de doblez sentimental y culto de las apariencias. A la gente le hace falta reír ….